LINDA DE SUFRIR
Si no me daba prisa de nuevo llegaría atrasado al trabajo (la última vez advertí en la voz de mi patrón un cierto fastidio que decía más que sus palabras). Salí a la calle con tanta prisa que tropecé con una joven que justo pasaba por allí y caímos abrazados sobre el césped de la vereda. Apenas la miré vi la más bella criatura concebida por los dioses del Olimpo. Por suerte ella se enfadó tanto que no me dio tiempo a disculparme por mi torpeza y me puteó de arriba abajo, a mí, a Dios y a la concha de mi madre; y digo por suerte porque de no haber reaccionado de esa manera es fija que yo hubiera llegado tarde al trabajo y ahora estaría en Pampa y la vía y encima sufriendo de amor, sí, porque era linda de sufrir.

LINDA DE SUFRIR por FRANCISCO A. BALDARENA se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
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