LA MUCAMA NUEVA
Era tanto el miedo de ser enterrado vivo que a la hora de dormir tenía por costumbre dejar sobre la mesita de luz una nota que expresaba su mayor temor: "Por favor, no me entierren vivo". Esa mañana, la mucama nueva, que ignoraba ese detalle de su patrón, al ir a despertarlo leyó la nota con detenimiento. Llena de dudas la pobre se quedó pensativa, imaginando muchas cosas, hasta que llegó a una conclusión. De manera que volvió sobre sus pasos, tomando el mayor cuidado de no despertar al patrón, y al rato volvió con un martillo en una mano.

LA MUCAMA NUEVA por FRANCISCO A. BALDARENA se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
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