LA MISMA ESQUINA, OTROS MUCHACHOS
Cuando yo un muchacho, todas las noches me reunía con mis amigos en la esquina de avenida Los Patos y la 197; tomábamos cerveza, fumábamos un porro y cuando mucho nos divertíamos arrojando naranjas podridas, que agarrábamos de los cajones de la verdulería de al lado de la mueblería, a los camiones y colectivos que pasaban, y cuando veíamos que un vehículo paraba corríamos a escondernos en cualquier parte hasta que el peligro hubiera pasado. También era común ver bajar de los colectivos a algún vecino al cual saludábamos con educación y respeto. Hoy otra clase de muchachos se reúne en la misma esquina y yo pasé a ser el vecino que baja del colectivo a la vuelta del trabajo; pero no en la misma parada, porque ellos ya no están ahí para arrojarles naranjas podridas a los vehículos que pasan, sino para acechar a los transeúntes y no precisamente para saludar educadamente.
LA MISMA ESQUINA, OTROS MUCHACHOS por Francisco A. Baldarena se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
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