EL SUPERHÉROE

  La ciudad estaba perdida y ya los desmanes se multiplicaban como un virus violento. Él se dijo que tenía que hacer algo al respecto y se propuso hacerse un traje de superhéroe y enfrentar él solo a los hacedores del mal, ya que las autoridades por sí solas no daban a basto. Dos meses después el traje enteramente fabricado en titanio estaba listo, provisto con rayo lazer desintegrador de materia, tubos propulsores a chorro que lo harían moverse por el aire, cañones antiaéreos, lanzadores de granadas, ametralladora multidireccional adeherida a un cinturón giratorio, radar, giroscopio, mira telescópica, computadora acoplada al casco, visor infrarrojo, cuchillo multiuso, tubo de oxígeno, máscara antigas y lanzallamas. El problema de tanto poderío bélico estuvo en que cuando se puso el traje no pudo dar un paso siquiera ni mover los brazos ni apretar ningún botón, era demasiado pesado. Entonces, una semana después, vio con desconcierto y desde dentro del traje de cual no consiguió salir, a bandidos invadiendo su casa y llevarse todo, hasta el perro, menos su traje porque era muy pesado, y, al otro día por la tarde, a un grafitero entrar a hurtadillas y escribir quién sabe qué porquería sobre el traje. 

                                                                 

Licencia Creative Commons
EL SUPERHÉROE por Francisco A. Baldarena se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://creativecommons.org/choose/?lang=es#metadata.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SOBRE UNA CRÓNICA

PARTE DE LA CREACIÓN

ADÁN