EL ESPEJO

  Cada vez que lo veo venir me da un escozor; se planta delante de mí y se queda horas y horas peinándose, cambiándose de ropa, volviéndose a peinar y a cambiar de ropa nuevamente. Nunca está conforme con la primera impresión y siempre vuelve a retocarse. Los primeros tiempos se ponía a hacer morisquetas y eso hasta que me divertía, pero a medida que fue creciendo dejó de comportarse como un payaso y empezó a hacerlo como un idiota. Juro que cualquier día de estos, en que despierte de mal humor, le devuelvo una imagen diferente y ¡ahí lo quiero ver!, cuando crea que se ha vuelto loco. 

                                                                              

 Licencia Creative Commons

El Espejo por Francisco A. Baldarena se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://creativecommons.org/choose/?lang=es#metadata.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SOBRE UNA CRÓNICA

PARTE DE LA CREACIÓN

ADÁN