CAPERUCITA Y EL LOBO DESAGRADECIDO
Caperucita Roja entró en la cabaña de la abuela y descubrió al lobo malo con la cara morada y haciendo arcadas junto a la cama de su abuelita. El infeliz ya no conseguía casi respirar, apenas si podía señalar la boca abierta de par en par. Caperucita, al verle los ojos lagrimosos que le encharcaba el pelaje del cogote, tuvo pena de él. Se acercó, no sin cierto temor, ya que se le conoce la fama de malo, e introdujo su mano hasta la garganta del infeliz y después de forcejear bastante pudo sacarle la dentadura postiza de su abuelita. Pero al final Caperucita se quedó muy triste por la actitud malcriada del lobo malo, que lanzó un escupitajo al costado de la cama y gruñó: "Vieja maldita". Después saltó a la ventana y huyó al bosque, sin siquiera darle las gracias.
Fin.
CAPERUCITA Y EL LOBO DESAGRADECIDO por Francisco A. Baldarena se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://creativecommons.org/choose/?lang=es#metadata.
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