PLATOS VOLADORES
Aguardaba junto al semáforo la luz verde cuando del otro lado de la avenida un hombre, señalando al cielo gritó: "¡cuidado, platos voladores". Debo confesar que a pesar de no creer en extraterrestres, la expresión en su rostro y sus gestos desesperados para advertirme sobre el fenómeno me impresionaron sobremanera, al punto de hacerme sentir miedo. Inmediatamente me di vuelta y levanté la vista, era verdad; eran tres platos voladores que, un segundo después de avistarlos, se hicieron pedazos en la vereda; y detrás de ellos venía una mujer; pero, no deseando presenciar cuando se reventara contra el piso, miré hacia otro lado. Muerte es una de las cosas que también me impresionan bastante, y si es violenta más todavía.
Fin.

PLATOS VOLADORES por FRANCISCO A. BALDARENA se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
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