EL PLANETA DE LAS ESCULTURAS MARAVILLOSAS
Cuando llegaron a aquel planeta, desde mucho deshabitado, se maravillaron con las extrañas esculturas que habían erigido sus antiguos habitantes y en las cuales se podía, incluso, recorrerse por dentro; y más maravillados quedaron aún cuando descubrieron otras esculturas de menor tamaño decorando las diferentes cavidades en que se subdividía la escultura principal. Hasta que ingresaron en una de esas cavidades y ya no se sintieron tan maravillados, porque la blancura de aquella bella forma se veía asquerosamente ultrajada por un deshecho marrón boyando inmóvil en una apestosa solución ambarina, que con solo contemplarla la vista comenzaba a arder.
Fin.
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