EL PERRO CANTANTE
Durante una fiesta el dueño de casa les contó a sus invitados que su perro, un pastor alemán de cinco años, cantaba como Johnny Tolengo. Claro que nadie le creyó, diciendo que era charlatán y un mentiroso, que los perros nunca podrán cantar. Entonces, para demostrarle lo contrario, él se dirigió hasta el fondo de la casa, trajo al perro a la sala, agarró la guitarra y se puso a tocar "Estás para ganar". El perro, apenas su dueño empezó a tocar los primeros cuatro acordes, se puso a acompañarlo, siguiéndole el ritmo golpeando el piso con una pata, y cuando llegó la quinta nota empezó a ladrar como un condenado. Los amigos inmediatamente se despatarraron de la risa y empezaron a abuchear tanto al perro como al dueño, que, quizás ofendido, dejó de tocar.
Ese tu perro canta como un perro, le dijo uno de los invitados. A lo que el dueño aclaró:
No les dije yo que cantaba como Johnny Tolengo.
Fin.

EL PERRO CANTANTE por Francisco A. Baldarena se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://creativecommons.org/choose/?lang=es#metadata.
Comentarios
Publicar un comentario