DESPUÉS DE LA LLUVIA
Por fin, después de una semana de lluvias torrenciales, la tormenta había pasado, pero dejando las calles inundadas. El diablo fue hasta su encrucijada preferida y se apostó a esperar un alma incauta. De pronto ve que alguien se aproxima y mientras hace sonar los nudillos de las manos oye un ruido creciente a sus espaldas. Inmediatamente se da vuelta justo cuando un colectivo en alta velocidad pasa por él y sin darle tiempo a nada lo baña de la cabeza a los pies, dejándolo humeante como un carbón recién apagado y tiritando de frío. El hombre que se aproxima, al pasar por él, echándole una mirada piadosa, mete una mano en el bolsillo y le tira un par de monedas.
Para que te tomes una ginebra en el bar de la esquina, viejo, y te saques el frío de encima, le dice y sigue su camino.
Fin.
DESPUÉS DE LA LLUVIA por Francisco A. Baldarena se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://creativecommons.org/choose/?lang=es#metadata.
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